Todos en alguna ocasión hemos fantaseado con la idea de cómo sería nuestro lugar de trabajo de ensueño. Un espacio creado por nosotros mismos en el que pudiéramos desarrollar esa idea de negocio que desde hace tiempo nos ronda por la cabeza.
Tal vez sea un pequeño local comercial en una transitada calle del centro o quizás una amplia nave industrial en las afueras, unas modernas oficinas o un taller diáfano en una zona rural. Realmente no importa demasiado la forma que le demos. El caso es que adaptándonos a esa idea inicial de hacia dónde podríamos conducir nuestros esfuerzos como empresarios en potencia somos capaces de imaginar el emplazamiento perfecto para nuestro negocio.
El emprendedor es el que no se queda únicamente en esas ensoñaciones y un día, tras haber analizado bien la situación, decide dar el gran paso. Pero a pesar de tener las ideas muy claras va a necesitar ayuda para que este proyecto salga adelante y es aquí donde se hace imprescindible la presencia de un ingeniero para abrir un negocio.
Los sueños se construyen sobre bases sólidas
Suele ser habitual que en el momento inicial de concebir un proyecto y a pesar de haberle dado muchas vueltas al asunto, que el emprendedor todavía tenga las ideas un tanto difusas en cuanto al emplazamiento de su local y lo que ello implica. En este sentido podría decirse que el ingeniero actúa como esa figura capaz de imprimir un poco más de realismo a esta aventura del emprendimiento.
Gracias a sus conocimientos y experiencia el ingeniero puede asimilar las propuestas del emprendedor para darles un tratamiento más acorde a la realidad. Digamos que en todo este proceso es una de las figuras profesionales que puede guiarte para que, sin perder la ilusión por tu proyecto, no dejes de tener los pies en la tierra.
No basta con tener una buena idea. Los sueños tienen que materializarse sobre unas bases sólidas y eso implica, en lo que a ingeniería se refiere, disponer del entorno adecuado para su desarrollo. Un entorno cómodo, seguro, eficiente y perfectamente adaptado al tipo de actividad que quieras realizar. Algo así exige planificación, diseño y mucha burocracia de por medio, pero si cuentas con la ayuda de un ingeniero para abrir un negocio todo este proceso se puede plantear de una manera mucho más sencilla.
¿Qué puede hacer por ti un ingeniero a la hora de abrir un negocio?
Tal vez la pregunta más adecuada sería ‘¿Y qué no puede hacer por ti un ingeniero?’. En el desarrollo de proyectos estos profesionales asumen responsabilidades que van desde la idea original, la que apenas es un boceto en un papel, hasta la entrega de la llave.
En Ingeniería Cantabrana hemos realizado proyectos en todos los ámbitos: desde pequeños comercios hasta grandes naves industriales. Todas las ideas suponen un reto para el ingeniero que te asesora en la apertura de un nuevo negocio, sin importar el espacio que ocupen, las alturas que tengan o la finalidad para la que estén destinadas.
Lo más destacable de todo esto es que no se trata de una actuación puntual en un determinado ámbito sino que el hecho de sacar adelante la apertura de un negocio implica trabajar a varios niveles. Es obvio que sin el respaldo de un buen profesional en la materia estas cuestiones acabarían con la ilusión de cualquier emprendedor incluso antes de haber empezado a dar los primeros pasos hacia la consecución de su sueño, por eso es tan importante rodearse de un buen equipo de expertos.
Y es que ya antes de iniciar cualquier acción en relación al proyecto un buen ingeniero puede empezar a trabajar para ti realizando tareas clave como:
- Identificar los factores de éxito de tu local o emplazamiento.
- Sugerir mejoras para incrementar la capacidad de tu local y de sus estructuras de producción.
- Plantear nuevas perspectivas en relación a cómo debería desarrollarse la actividad para optimizar los recursos disponibles.
- Introducir otras opciones para incrementar la eficiencia de los diseños escogidos y el funcionamiento en general del negocio.
Ten en cuenta que un ingeniero es un profesional que ya ha trabajado con anterioridad en estos campos y que desde este punto de vista conoce muchos más detalles acerca de las claves del éxito de un negocio. Aunque tengas unas ideas muy claras sobre lo que quieres y sobre cómo lo quieres, es recomendable que seas flexible a la hora de escuchar todo este tipo de sugerencias y que exprimas al máximo su experiencia y sus conocimientos como parte de tu éxito personal.
Nuevos proyectos, reformas y licencias
Si hubiera que hacer una síntesis del trabajo que desarrollan los ingenieros para la apertura de un negocio, estos serían los tres pilares fundamentales de su actividad. De estos tres puntos se desprenden la mayoría del resto de pasos previos que no se pueden pasar por alto en el proceso de puesta en marcha de un negocio.
El papel de un ingeniero en todo este proceso es verdaderamente versátil ya que asume responsabilidades en diversos ámbitos que van más allá de lo exclusivamente técnico, como cabría pensar. Entre sus funciones para gestionar la apertura de un negocio hay mucho de burocracia, permisos, licencias y trámites con la administración que por supuesto requieren un amplio conocimiento de los campos de los que se está hablando pero también de cómo funciona el sistema, algo por lo general bastante engorroso para el ciudadano de a pie.
Tanto si se trata de un nuevo proyecto como de la reforma de un local ya existente, para que tu negocio empiece a funcionar tendrá que estar correctamente acondicionado y ajustarse a las exigencias establecidas por la ley. Un ingeniero te va ayudar a poner a punto tu lugar de trabajo desde esta doble perspectiva. Por un lado, adaptando el espacio a tus necesidades como empresario, es decir, a lo que el negocio en sí necesita para ser eficiente en cuanto a ventas o en cuanto a producción. Y por otro lado, haciendo que el espacio que has escogido cumpla con todos los requisitos legales para que puedas iniciar tu actividad sin problemas.
Probablemente de todos esos documentos que vas a tener que presentar y de los que un ingeniero se puede encargar mientras tú te dedicas a poner a punto otras cuestiones de tu negocio, el más importante es el del proyecto de actividades, en el que está la clave para obtener tu licencia de apertura. Sólo un técnico competente puede firmar esta documentación y tramitar con éxito dicha licencia, por lo que es muy importante contar con el respaldo de un estudio de ingenieros que transmita confianza y que te garantice un trabajo de calidad.
Olvídate de plazos, exigencias, condiciones y requerimientos. Cuando contratas los servicios de un estudio de ingeniería tus opciones de alcanzar el éxito con ese proyecto de negocio se multiplican porque tú puedes dedicarte a lo que sabes mientras otros resuelven por ti los aspectos técnicos y administrativos que no tienes por qué dominar.
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