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Fracasos de la ingeniería: el Puente de la Constitución

2 septiembre, 2016 por ingenieriacantabrana Leave a Comment

Inicialmente se hizo famoso por ser uno de los cuatro únicos puentes que atraviesan el Gran Canal de Venecia. Pero las demoras en su construcción, el aumento del presupuesto inicial y los peligros que supone cruzarlo en los días de lluvia lo han hecho más popular como uno de los grandes fracasos de la ingeniería.

Una metedura de pata de Santiago Calatrava

No es la primera vez que el arquitecto español Santiago Calatrava está en el foco de las críticas por sus poco acertados diseños de arquitectura. En las últimas décadas el arquitecto valenciano atesora en su trayectoria profesional grandes polémicas como el Puente Zubi Zuri de Bilbao, el trencadís (recubrimiento) del Palau de las Arts en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia o el Puente de Vistabella en Murcia, cuyo mantenimiento anual asciende a 20.000 euros.

No es de extrañar que aparte de por sus imaginativas ideas en el ámbito de la arquitectura (a pesar de que muchas de sus creaciones sean sospechosamente parecidas), Calatrava se haya hecho conocido a nivel internacional por desestabilizar las cuentas públicas de los ayuntamientos con los que en algún momento ha colaborado. Diseños de precios elevados, presupuestos desorbitados que no se ajustan a los costes iniciales y problemas que sólo empiezan a manifestarse justo después de la inauguración parecen ser la tónica general de muchas de sus propuestas.

Sus meteduras de pata y las críticas que se han vertido sobre el trabajo del arquitecto español (algunas contrastadas con estudios profesionales como la que analizaremos en este post) invitan a hacer una reflexión acerca de la importancia de una buena planificación de los proyectos, algo a lo que en Ingeniería Cantabrana siempre damos prioridad con independencia del tipo de trabajo que se vaya a realizar.

La originalidad de una idea no puede comprometer el resto de los aspectos que intervienen en su consecución por lo que es necesario tener en cuenta todas las variables antes de ponerse manos a la obra. Es la única manera de adelantarse a los posibles imprevistos y de garantizar unos resultados óptimos. Esta inversión previa tanto en tiempo como en recursos no debe ser entendida como una demora a la hora de poner en marcha un proyecto. Los verdaderos retrasos son los que se producen cuando estos aspectos no se han estudiado al detalle y resulta mucho más costoso detener un proceso que ya está en marcha.

El puente que no se puede cruzar

puente cristal venecia

Resulta un tanto absurdo, pero en esencia lo que Santiago Calatrava construyó en Venecia es un puente en el que los viandantes tienen serias dificultades para cruzar el Gran Canal de un extremo a otro, especialmente cuando el pavimento está mojado.

Si has tenido la posibilidad de viajar hasta Venecia habrás podido comprobar en primera persona que caminar por el Puente de la Constitución no resulta del todo sencillo. A pesar de que por su ubicación (junto a la estación de tren de Santa Lucía) la construcción está principalmente destinada a viajeros que llegan a la ciudad y que, por lo tanto, en muchos casos viajan con maletas, el puente se compone de una serie de pequeños escalones que resultan tan incómodos para dar pasos como para hacer avanzar las ruedas de su equipaje.

Con todo, éste es sólo un mal menor en el diseño del Puente de la Constitución. Lo más alarmante es que para su fabricación se haya tomado el cristal como material de referencia. Cristal en una ciudad húmeda y lluviosa como Venecia. Algo absolutamente desaconsejable, tal como recuerda el ingeniero Justin Cunningham en su programa de televisión Grandes fracasos de la ingeniería.

Sin pasar por alto que se trata de un hermoso puente de líneas impecables, Cunningham disecciona la construcción para explicar por qué un puente de estas características no resulta funcional en una ciudad como Venecia (y probablemente en ninguna otra). El ingeniero reconoce el mérito que tiene integrar un diseño tan moderno en un espacio tan particular como éste, pero más allá de eso el Puente de la Constitución sólo le parece un error garrafal.

El eterno conflicto entre arquitectos e ingenieros

arquitectos e ingenieros debatiendo

En algún punto del desarrollo del proyecto alguien tendría que haberle advertido a Calatrava de que esa idea tan hermosa de un puente de cristal no conducía a ninguna parte, ni si quiera de un lado al otro del Gran Canal. Los motivos de que ésta ha sido sin duda una de las peores elecciones del proyecto se demostraron apenas fue inaugurado el puente: en tal sólo tres semanas a partir de su apertura hasta once personas tuvieron que ser hospitalizadas como consecuencia de aparatosas caídas.

¿Para qué sirve un puente que no se puede cruzar? Muchos son los que se habrán hecho esta pregunta. No sólo los que han acabado en el hospital como consecuencia de la caída, los que han sido víctimas de un resbalón o los que han estado a punto de comprobar la dureza del cristal. También lo habrán hecho los vecinos de Venecia que con sus impuestos tuvieron que costear los 11,2 millones de euros que costó el puente (3,8 millones más de lo previsto inicialmente) o los responsables del Ayuntamiento a los que este proyecto sin duda se les acabó yendo de las manos.

Desde este otro punto de vista el puente de Calatrava también es un fracaso de la ingeniería. Y es que una obra bien estudiada desde el comienzo no tendría por qué presentar errores tan graves en lo que al presupuesto se refiere. Resulta del todo inadmisible que sólo en desarrollar nuevos diseños de la construcción para completar aquellos aspectos que en el proyecto principal eran insuficientes hubiera que invertir otros 70.000 euros, 183.000 euros en aumentar el diámetro del tubo del arco inferior de la estructura o 210.000 euros en incrementar el espesor de las repisas de las secciones del puente.

Y eso por no mencionar la gran controversia que generó el hecho de que el proyecto inicial ni siquiera contemplara la necesidad de que el puente fuera accesible para personas de movilidad reducida. Todo un despropósito que obligó a realizar cambios con posterioridad que por supuesto elevaron los costes de la obra y retrasaron la finalización y la apertura oficial del puente.

Poco antes de la medianoche del 11 de septiembre de 2008 se habilitó el paso a los viandantes, a pesar de que la inauguración del Puente de la Constitución no estaba prevista hasta el 18 de septiembre. Por supuesto que la polémica no acabó aquí. Hasta el momento se han recibido más de 5.000 denuncias por personas que han sufrido caídas como consecuencia del resbaladizo pavimento y en su momento el Ayuntamiento de Venecia presentó una denuncia contra Santiago Calatrava por el desconsiderado aumento de los costes de su puente y las carencias del mismo. Con todo, el Tribunal de Cuentas de la región italiana del Véneto absolvió al arquitecto español y a tres ingenieros del Ayuntamiento veneciano imputados junto a éste por los mismos hechos.

Filed Under: Curiosidades

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